Desde el inicio de los tiempos, el hombre ha tenido que descubrir e inventar para poder avanzar. Infortunadamente, ya sea por desconocimiento, por ignorancia, o por voluntad propia, sumado al hecho de que existen grandes intereses económicos que nos van dominando día a día, esos descubrimientos e inventos, gracias a los cuales seguimos vivos como especie, no son conocidos por gran parte de la población humana actual.

Hasta el siglo XIX se valoraba y se festejaba la aparición de un nuevo músico, o un autor literario, o un destacado pintor, o dramaturgo, o un científico destacado.

En la actualidad, para mucha gente, no toda felizmente, eso pasó a ser historia. Los ídolos actuales son deportistas, o personajes de reality shows, grupos musicales, blogueros, influencers, o artistas musicales, entre otros.

No es casual que grandes futbolistas ingresen en sus cuentas corrientes más de 20, 30 0 40 millones de euros al año, y menciono a futbolistas por ser en la actualidad los más notoriamente mencionados en medios de comunicación. Mi pregunta es: Si ellos ganan eso, ¿cuántos millones ganan las empresas que están por encima de ellos? Muchísimo más, sería la respuesta. Me parece bien que sea así: estamos en una situación de oferta y demanda. Y ni hablar de los millones de televidentes que semana a semana están pendientes de si Aníbal se propasó con Alejandra y qué dirá su novia, en los diferentes reality shows. En nuestra sociedad, libre y democrática, cada cual decide cómo gana su dinero, y me parece buen que se respete la propiedad privada.

Pero uno piensa que mientras eso es así, los científicos que trabajan día a día para lograr nuevos descubrimientos que nos faciliten vivir más y mejor viven permanentemente bajo grandes dificultades económicas. Muchos de ellos, en quienes los gobiernos y sus familias han invertido dinero para su formación, acaban buscando mejores canales para su subsistencia en otros países. Tal ha sido el caso de Mariano Barbacid, que ha tenido que destacar en EEUU para más tarde, regresar a España, o César Milstein , nacido en 1927 en Argentina, quien destacó en EEUU, y descubrió los anticuerpos monoclonales, que hoy salvan vidas. Falleció en 2002 en EEUU.

Quiero destacar grandes personalidades de la historia de la Medicina que nos han mejorado la vida y nos la han prolongado, y que sin embargo muchos entre quienes vitorean a grandes ídolos de hoy ni siquiera conocen.

Hace poco falleció Diego Armando Maradona, y ninguno de nosotros duda de que fue el gran deportista mundialmente afamado de los siglos XX y XXI, y tampoco duda de que merece nuestra admiración y reconocimiento como deportista. TODO EL MUNDO LO CONOCE.

Humanamente la cosa es muy controvertida, por su adicción a la bebida, a las drogas, y por fomentar la violencia de género con su actitud de vida personal. Me apena el mal ejemplo para las generaciones de niños y jóvenes , aunque impecable desde el punto de vista deportivo. Suele suceder eso con los GRANDES GENIOS. Sé que esto que escribo molestará a muchos, pero es la verdad, y no sólo dicho por mi. De todos modos, gracias, Maradona, por las horas que entregaste al deporte argentino y mundial.

Habremos hecho algunas cosas mal para que todo esto sea así, pienso. Inclusive lamento que haya grupos que aún hoy en el siglo XXI no creen en lo que ha beeneficiado a la humanidad las vacunas, por dar un ejemplo.

VIRUELA, que ha diezmado poblaciones enteras desde siempre, fue eliminada a través de una vacuna, creada por Jenner en 1796.

RABIA, prácticamente extinguida en el mundo gracias a la vacuna que diseñó Luis Pasteur en 1885.

TÉTANOS, enfermedad de la que moría gente en partos y quirófanos, y por accidentes banales de la vida diaria, fue erradicado por la vacuna ideada por Behring en 1927

El SARAMPIÓN Y LA RUBÉOLA, que mataban a niños inocentes por neumonías o encefalitis, han sido controlados por las vacunas de Maurice Hillman en 1964 y 1970

La VARICELA, que pasa desapercibida ya gracias a la vacuna de Michiaki Takahashi, desde 1974

La NEUMONIA estreptocócica, letal en ciertas personas con inmunodeficiencias y en personas sin bazo, creada en 1977

RABIA

Quisiera saber qué harían unos padres a quienes un perro muerde a su hijo ante esa situación, sabiendo que, aplicando la vacuna antirrábica preventiva, su hijo no morirá.

Hoy viven en una sociedad que no tiene viruela gracias a que estamos todos vacunados, pero, ¿si no fuera así, se arriesgarían a estar viviendo como en el siglo XVII?

Es común los cortes, heridas leves en niños que al caminar comienzan a

experimentar en su entorno, pero, ¿se arriesgan a que puedan morir por tétanos, como en el siglo XIX?

En otro tipo de casos, hay colectivos enemigos de medicamentos, o de transfusiones, pero deben saber que la penicilina existe desde 1928, y que durante la segunda mitad del siglo XX la existencia de antibióticos cada vez mejores ha eliminado prácticamente la ESCARLATINA Y LA GLOMÉRULONEFRITIS crónica, que llevaba inexorablemente a la muerte.

Las PAPERAS, O Fiebre Urliana, que dejaba estériles a adultos que antes eran fértiles, se previene con la vacuna inventada por Maurice Hilleman en 1971

La TRANSFUSION DE SANGRE apareció en 1907, y junto al conocimiento de los grupos sanguíneos en 1902, descubiertos por Landsteiner, salvan vidas día a día.

La INSULINA, que no cura la diabetes, pero desde 1921, descubierta por el grupo de Canadá formado por F. Banting, John Macleod y Charles Best, salva vidas dentro del 10% de la población mundial, que sufre de diabetes.(Son nada menos que 470.000.000 de personas en el mundo)

Todos estos logros de nuestra HUMANIDAD se acompañan de muchos otros, entre los cuales están:

Pasteurización de la leche, desde 1863. La anestesia, desde 1846. Los Rayos X (Röentge, 1895),

Marie Curie, quien en 1910 obtuvo radio por primera vez, y lo utilizó para salvar vidas en la primera guerra mundial inventando las radiografías y usando su método en los heridos de guerra. Murió de leucemia radioactiva y fue Premio Nobel en 1911. La antisepsia por medio del lavado de manos, antes de una intervención quirúrgica, sugerida por Ignac Semmelweis en 1850. Posteriormente W. Halstead inventó los guantes de látex, en 1889 y millones de vidas se salvan desde entonces.

Watson y Crick descubrieron la estructura del ADN en 1953.

Sin embargo, pocas personas se hacen eco de estos logros. Deseo que quienes lean este homenaje a todos los hombres y mujeres que día a día luchan para ayudarnos realmente a vivir más y mejor recapaciten acerca de ésto, y no duden en pensar, como yo, que lo mínimo que podemos hacer es ayudar para lograr al menos ese 2% destinado a la investigación, 2% al que tánto nos está costando llegar.

Lamentable situación, ¿no es cierto?